TORMENTA EN EL MAR
Total soledad,
borrado horizonte,
viento cruel de invierno
al mar agiganta.
Truenos alevosos desgajan,
con certero impacto,
indefensas nubes.
Tormenta inminente,
inquietante pausa.
De pronto,
diluvio de relámpagos
hiere las alturas
y un oscuro manto
cubre el mediodía.
Sus jaulas abre el cielo.
En densos borbotones
la lluvia se desata.
Las gaviotas sucumben
acribilladas en la muralla gris.
El frío sus látigos descarga
sobre la marejada
que socava arenas, borra límites
y, exhausta, se estrella
contra los murallones.
A lo lejos, un viejo muelle
azotado por incontables sudestadas,
soporta una vez más
los embates del oleaje
y se atraganta con remolinos de salitre…
FRANCISCA VARDÉ